Te ayudamos a elegir tu formación, pulsa aquí.
En la última década, los tatuajes han experimentado una tendencia ascendente notable, transformándose de una forma de expresión minoritaria a una corriente cultural global.
Cada vez más personas eligen decorar su piel con diseños significativos y personales, marcando un cambio en las percepciones sociales y profesionales sobre esta forma de arte milenaria.
En este artículo exploraremos cómo los tatuajes han pasado de ser tabú a ser aceptados y celebrados, reflejando no solo un cambio estético, sino también un cambio en la manera en que nos expresamos y nos definimos como individuos en la sociedad contemporánea.
Algunos deciden hacerse un tatuaje simbólico y otros cubren sus cuerpos con auténticas obras de arte. Para cada uno un tatuaje tiene un significado diferente. A través de estos dibujos, pretenden expresar sus inquietudes, gustos e incluso sus personalidades. En definitiva, expresan aspectos diferentes de la sociedad.
Pero, lejos de esta realidad, el significado innegable de un tatuaje es el siguiente. El tatuaje es aquel dibujo o al texto que se realiza sobre la piel inyectando tinta debajo de la epidermis. La técnica, con variaciones, se emplea desde hace miles de años, de acuerdo a los registros detectados por arqueólogos.
Tanto la técnica como la finalidad de los tatuajes han variado a lo largo de la historia. En las tribus de la Polinesia, por citar un caso, los tatuajes se usaban para generar miedo en los enemigos y para realzar la jerarquía o el estatus de alguien. Los aborígenes norteamericanos, por su parte, se tatuaban para conmemorar ciertos eventos o para marcar el comienzo de la vida adulta.
En el mundo occidental contemporáneo, la concepción de los tatuajes cambió en las últimas décadas. Antes eran marcas típicas de los marineros y luego comenzaron a adoptarlos las personas marginales que vivían fuera de la ley. Finalmente, en la actualidad, los tatuajes son aceptados a nivel social, incluso con fines estéticos.
Todo este proceso debes repetirlo, al menos, durante 3 o 5 días. Aunque es algo que depende del tatuador, muchos de ellos aconsejan hacerlo durante las dos primeras semanas del tatuaje. Sin embargo, como decimos, el tatuador es el experto. Es un buen profesional, y los años de experiencia y la formación con Cursos en Tatuajes le avalan. Él sabe mejor que nadie cómo cuidarlos.
Para convertirte en un tatuador profesional y cuidar adecuadamente los tatuajes, es esencial seleccionar la maquinaria adecuada. Existen tres tipos principales de equipos utilizados en este arte:
Máquinas de tatuaje rotativas: Ideales para contornos y sombreados, funcionan con un motor que permite un control preciso y consistente durante el proceso de tatuado.
Máquinas de tatuaje de bobinas: Conocidas por su capacidad de personalización, son versátiles y se utilizan tanto para delinear como para sombrear, adaptándose a diferentes estilos y necesidades de los tatuadores.
Máquinas de tatuaje neumáticas: Funcionan con aire comprimido o electricidad, destacándose por su bajo nivel de ruido y el daño mínimo que causan a la piel. Son preferidas por su precisión y suavidad en la aplicación del tatuaje.
Además de elegir el tipo de máquina de tatuaje, es fundamental contar con una serie de suministros y equipos de higiene adecuados para garantizar la seguridad y la calidad del proceso. La correcta elección y mantenimiento de la maquinaria son aspectos cruciales para asegurar resultados artísticos y profesionales en el mundo del tatuaje.
Nuestro portfolio se compone de cursos online, cursos homologados, baremables en oposiciones y formación superior de postgrado y máster
Ver oferta formativa